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Cómo aprender a orar a Dios con fe

    Testifico que nuestro Padre escucha y responde nuestras frases. Oro a fin de que todos trabajemos mucho más duro para soliciar con fe y de este modo lograr que nuestras frases sean realmente francas. Te lo suplico, en el beato nombre del Señor Jesucristo. Amén. Un hombre.

    La oración es el ejercicio espiritual de todo católico. En las Escrituras Dios me charla, pero por medio de la oración yo hablo con Dios. La oración se establece sobre la base de la novedosa coalición en el sacrificio de Cristo. El sacrificio que Jesús logró en la cruz abrió el sendero a fin de que entremos con seguridad en el trono de la felicidad de Dios (Hebreos diez:19-22).

    La Biblia deja claro que Dios no escucha la oración de un no católico salvo que sea para arrepentirse de sus errores. (Juan 9:31; 1 Pedro 3:12; Proverbios 28:9).

    Aquí hay cinco ejemplos de frases del día a día:

    1. Oren a fin de que Dios sea popular

    “El que puede realizar considerablemente más Todo cuanto imaginemos o solicitemos, por el poder que actúa de manera eficaz en nosotros, a él sea gloria en la iglesia y en Cristo Jesús por todas y cada una de las generaciones…”

    De qué manera rezar a Dios

    Lo más esencial en el momento en que nos disponemos a rezar y que frecuentemente olvidamos es iniciar AGRADECER. Demos merced a Dios por las bendiciones que hemos gozado, y pidámosle que mande su Espíritu Santurrón a nuestro corazón a fin de que sepamos expresarnos y que nuestra oración ande de la mejor forma viable.

    «El Espíritu de Dios viene en asistencia de mis debilidades, te imploro que vengas a mi alma en este momento y me asistas a rezar.»

    Tu oración ha de ser un ágape

    Esto significa que, por una parte, tu diálogo con el Señor es por amor y con amor, no por conveniencia, para no ver lo que te quita de ti Y, por otro lado, que los próximos elementos del acróstico de la palabra ‘ÁGAPE’ estén siempre y en todo momento presentes en tu oración:

    Alabado sea Dios con lo que es. Por Su excelencia, por Su hermosura, por Su amabilidad. Piensa en las maravillas de la Creación y pregúntate, ¿por cuál deseo alabarte el día de hoy?

    Emplea la cabeza al rezar.

    Es requisito que, en el momento en que oramos, pensemos por qué razón oramos lo que oramos.

    Muchas frases en muchas frases que aun tenemos la posibilidad de oír en nuestras congregaciones, tienen la posibilidad de sonar preciosas y hasta inspiradoras, pero no son bíblicas, para nada. Muchas de estas cosas bordean la herejía, como la manía de decir las cosas a diestro y siniestro.

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