Te estoy pidiendo que llenes el vacío que hay en mi interior, no dejes que me incline hacia el mal, que coopere o que recomiende a otra gente a fin de que tomen malas resoluciones. Que esta crisis me asista a conocer el vacío en mi corazón, en mis resoluciones o en las acciones que he efectuado durante mi vida que hicieron padecer a otros.
Estimados amigos de Credo em Deus, que el Señor los colme de muchas bendiciones en este nuevo día.
El poder de tus maravillas
Por tus maravillas Señor, eres popular frente la raza humana, creaste un ámbito tan hermoso para quererte, adorarte y loar tu beato nombre. Ten piedad y clemencia de tus siervos y no respetas a la gente; te rodeas de lo mucho más menospreciado de este planeta, para exaltarlo. Tú que recompensas al hombre según sus proyectos, tú que reinas con poder y tus maravillas están escritas en la Biblia, para tu gloria, honra y honra. Tú que escuchas la oración del afligido para restaurarlo y levantarlo como el vuelo de las águilas; Escuchaste mi oración al Espíritu Beato para recibir de ti un milagro en mi vida.
Dios misericordioso y perdonador, tú eres mi Señor, pues das alegría al corazón afligido, con tiernicidad y en la mitad de un susurro; anega con tu Espíritu Santurrón, para proclamar al planeta qué grande es el Dios de mi justicia; llénanos de fe, paz y amor, para recibir con alegría las promesas de tus expresiones y actualizar cada mañana tus maravillas; manifestando la gloria de su poder.
ORACIÓN AL ESPÍRITU SANTO PARA RECIBIR UN MILAGRO
«Ven Espíritu Santurrón, prende en nuestros corazones el fuego de tu amor»
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Repitamos esta oración múltiples ocasiones. Pidámosle a Dios esta efusión de su Espíritu Santurrón sobre todos nosotros, a fin de que tengamos la posibilidad ver lo que está mal en nuestra vida, tener el valor de admitirlo, la felicidad de combatirlo y la humildad de soliciar asistencia o admitir. en el momento en que vengas.
Todos disponemos cosas que cambiar, todos debemos progresar algo, no lo olvidemos. Pongamos de nuestra parte a fin de que lo que nos pase nos asista a ser mejores, y como afirma São Paulo: “No les fatiguéis de llevar a cabo el bien” (2 Tes 3,13).