Mantén la actitud de concentración y pídele a Dios lo que verdaderamente deseas y deseas ver manifestado en tu vida. No te presiones, sé sincero contigo. Anota y piensa sobre lo que andas pidiendo y las implicaciones que tiene. No lo supongas bastante, da brida suelta a los deseos de tu corazón.
Frecuentemente en el momento en que intentamos de discernir la intención de Dios, oramos: «Dios, ¿puedes darme una señal?»
¿Pero está bien llevar a cabo eso? ¿Responderá Dios a nuestras frases con una señal?
Recopilación de oraciones para rezar
Aquí tienes 12 oraciones para rezar, ciertas de ellas a veces destacables (como al enfrentar una nosología o a lo largo del parto):
- La señal de la Santa Cruz. Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros contrincantes, líbranos Señor Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santurrón. Un hombre.
- Dios. Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Constructor del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que fue concebido por obra y felicidad del Espíritu Santurrón, nació de Santa María Virgen, sufrió bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, fallecido y enterrado, descendió a los avernos, al tercer día resucitó de entre los fallecidos, subió a los cielos y está sentado a la diestra de Dios Padre Todopoderoso. Desde ahí vas a deber apreciar a los vivos ahora los finados. Creo en el Espíritu Santurrón, la santa Iglesia católica, la comunión de los bienaventurados, el perdón de los errores, la resurrección de la carne y la vida eterna. Un hombre.
- Acto de contrición. Señor mío Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Constructor, Padre y Redentor mío; por visto que eres quien eres, amabilidad sin límites, y por dado que te amo sobre todas las cosas y de todo, te solicito excusas de todo corazón por haberte insultado; Asimismo me pesa dado que logres castigarme con las penas del infierno. Ayudado por tu divina felicidad, te sugiero de forma encarecida no regresar a pecar, confesarme y realizar la penitencia que se me impone. Un hombre.
- Padre Nuestro. Padre nuestro, que paseas en los cielos, santificado sea tu nombre; venga tu reino; Haz tu intención en la tierra como en el cielo. Danos el día de hoy nuestro pan de cada día; y disculpa nuestras ofensas, como asimismo nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No caigamos en tentación; Mas líbranos del mal. Un hombre.
- Ave María. Dios te salve María, llena de alegría, el Señor es contigo, bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre, Jesús Santa María, madre de Dios, suplica por nosotros pecadores, en esta hora y en la hora de nuestra muerte , Amén.
- Hola. Dios te salve, Reina y Madre de la clemencia, de la vida, de la inocencia y de nuestra promesa; Dios te salve. Los llamamos los hijos desterrados de Eva; suspiramos a Ti, gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas. Y después, Señora Letrada, regresa hacia nosotros esos ojos tuyos misericordiosos; y tras este exilio, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clemente, oh misericordiosa, oh siempre y en todo momento y siempre y en todo momento dulce Virgen María!
- Oración a María. Suplica por nosotros, Santa Madre de Dios, a fin de que seamos dignos de cumplir las promesas de nuestro Señor Jesucristo. Dios todopoderoso y eterno, que con la cooperación del Espíritu Beato dispusiste el cuerpo y el alma de la gloriosa Virgen y Madre María a fin de que fuera digna de ser morada digna de su Hijo; concédenos festejar su conmemoración con alegría, a fin de que por su piadosa intercesión seamos librados de los males presentes y de la desaparición eterna. Por exactamente el mismo Cristo nuestro Señor. Un hombre.
- Gloria. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Beato, como era en el principio, y ahora mismo, y siempre y en todo momento, y en todos y cada uno de los tiempos, y por los siglos de los siglos. Un hombre.
- Lo acepto. Acepto frente Dios Todopoderoso y frente ustedes hermanos que he pecado lo bastante en pensamiento, palabra, obra y omisión. Por mí, por mí, por mi colosal culpa. De ahí que, suplico a Santa María, siempre y en todo momento Virgen, a los ángeles, a los santurrones en este momento hermanos, que intercedan por mí frente Dios, Nuestro Señor. Un hombre.
- Oración de San Miguel Arcángel. San Miguel Arcángel, defiéndenos en la guerra. Sé nuestro amparo contra las asechanzas y asechanzas del demonio. Amonesta a Dios, te suplicamos, y tu príncipe de la milicia celestial echa a Satanás y al resto de los espíritus malvados que se extienden por todo el mundo para eliminar las ánimas en el infierno con el poder divino. Un hombre.
- Oración de San Bernardo. Acuérdate, ¡oh, Virgen María misericordiosa!, que jamás se oyó que ninguno de los que te asistían, suplicando tu asistencia y demandando tu asistencia, fuera dejado por ti. Animado por esta seguridad, asimismo yo me dirijo a Ti, oh Virgen, Madre de las vírgenes, y si bien gimo bajo el peso de mis fallos, me atrevo a presentarme frente Tu Soberana presencia. No rechaces, oh pura Madre de Dios, mis humildes súplicas, sino más bien escúchalas favorablemente. Que de esta forma sea.
- Oración del Ángelus. Señor, infunde tu alegría en nuestras ánimas, a fin de que, habiendo creído en la Encarnación de tu Hijo y nuestro Señor Jesucristo anunciada por el Ángel, por los méritos de su Pasión y Muerte, alcancemos la gloria de la Resurrección. Un hombre.
- Dios todopoderoso, tú que inspiraste a la Virgen. Dios todopoderoso, que inspiraste a la Virgen María, mientras que llevaba en brazos a tu Hijo, con el deseo de hallarse con su prima Isabel, concédenos, te suplicamos, que, obedientes al soplo del Espíritu, tengamos la oportunidad, con María, de cantar de tus maravillas a lo largo de nuestra vida. Por nuestro Señor Jesucristo. Un hombre.
- Devociones al Sagrado Corazón de Jesús y María. Sagrado Corazón de Jesús, en Ti ponemos toda nuestra seguridad, temiendo nuestra fragilidad, aguardando todo de tu amabilidad: sé el único objeto de nuestro amor, el asegurador de nuestra vida, el acompañamiento de nuestras debilidades, la reparación de nuestras culpas, el seguridad de nuestra salvación y nuestro amparo en la hora de la desaparición. Un hombre.
- Mi Señor Jesucristo. ¡Señor mío, Jesucristo! Dios y Hombre verdadero, Constructor, Padre y Redentor mío; con lo que eres, Amabilidad Sin limites, y pues te amo más que nada y todo, lamento de todo corazón haberte insultado; Asimismo me pesa por el hecho de que me puedes castigar con las penas del infierno. Ayudado por tu divina felicidad, te sugiero de forma encarecida no regresar a pecar, confesarme y llevar a cabo la penitencia que se me impone. Un hombre.
- Oración en oposición al Crucifijo. ¡Mírame, oh mi amado y buen Jesús!, postrado frente tu muy santa presencia; Te suplico, con el mayor escandalo y compasión de que soy capaz, que imprimas en mi corazón sentimientos vivos de fe, de promesa y de caridad. Verdaderamente lo siento por mis fallos, estable determinación de jamás ofenderte. Mientras que yo, con todo el cariño de que soy capaz, creo tus cinco llagas, empezando con lo que el santurrón profeta David ha dicho de ti, oh buen Jesús: “Horaron mis manos y mis pies y puedes contar mis huesos”.
- Oración para bendecir los alimentos. Bendice Señor estos alimentos que vamos a recibir por tu clemencia, y bendice a quienes los prepararon. Dad pan al que tiene apetito, y apetito de justicia al que tiene pan. Te lo solicitamos por Cristo nuestro Señor. Un hombre.
- Señor mío Jesucristo, verdadero Dios y Hombre, Constructor, Padre y Redentor mío; pues eres quien eres, amabilidad sin límites, y como te amo por encima de todas las cosas y de todo, me arrepiento de todo corazón de haberte insultado; Asimismo me pesa visto que consigas castigarme con las penas del infierno. Ayudado por tu divina felicidad, te sugiero de forma encarecida no regresar a pecar, confesarme y realizar la penitencia que se me impone. Un hombre.
- Virgen del Parto, almacena y resguarda con amor a todos los pequeños, a fin de que, regenerados en el agua del bautismo y también incorporados asimismo a la Iglesia, prosperen serenos, llenos de vida, y se transformen en valientes dones. de tu Hijo Jesús y perseverar, con la alegría del Espíritu Beato, en el sendero de la santidad. Un hombre.
- Glorioso San Ramón Nonato, solicito tu intercesión. Llevaste una vida resplandeciente para la protección de tu Dios. Intercede ahora mismo por mí y por mis metas. Requerimos pequeños que sepan ver el mundo con ojos llenos de amor, y que cierren los ojos al odio y al mal. Deseamos hacer una familia mundial donde cada hombre se ame a sí mismo ahora Dios. Un hombre.
- Dios Padre todopoderoso, fuente de salud y de consuelo, que ha dicho: «Soy yo quien les doy la salud». Les asistimos desde este momento en los que, merced a la nosología, sentimos la fragilidad de nuestros cuerpos. Ten piedad, Señor, de nosotros que nos suponemos enclenques, devuélvenos la salud.
- Alégrate, Reina del Cielo, aleluya. Ya que la que merecías llevar en tu vientre, aleluya. Ha resucitado como se encontraba pronosticado, aleluya. Suplica por nosotros a Dios, aleluya. Alégrate y alégrate Virgen María, aleluya. Pues realmente ha resucitado el Señor, aleluya.
- Conviértenos a ti, Dios nuestro salvador, y ayúdanos a progresar en el saber de tu palabra, a fin de que la celebración de esta Cuaresma dé en nosotros rebosantes frutos. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en unidad con el Espíritu Santurrón por los siglos de los siglos. Un hombre.
- Padre eterno, dirijamos nuestro corazón a ti, a fin de que, viviendo consagrados a tu servicio, siempre y en todo momento y en todo tiempo te procuremos a ti, que eres el único que requerimos, y practiquemos la caridad en todos y en todos. todos nosotros nuestras reacciones. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que contigo y el Espíritu Santurrón vive y reina por los siglos de los siglos. Un hombre.
- El ángel del Señor anunció a María y ella concibió por obra y alegría del Espíritu Beato. Dios te salve María… Aquí está la esclava del Señor. Conviértete en mí según tu palabra. Dios te salve María… Y el verbo se realizó carne. y habitó entre nosotros. Dios te salve María… Suplica por nosotros Madre de Dios. A fin de que seamos dignos de lograr las promesas de nuestro Señor Jesucristo. Un hombre.
- Nuestra Señora del Socorro, Gracias, por el hecho de que siempre y en todo momento escuchas las oraciones de los que en ti confían. Recordamos la vez que corriste por las montañas de Judá para contribuir a tu prima Isabel. Recordamos de qué forma ayudaste maternalmente a los novios en las bodas de Caná. Un hombre.
- Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Beato, como era en el principio, ahora mismo y por los siglos de los siglos. Un hombre.
- Gracias Señor por tu clemencia sin límites, en ti confío y es por ti que puedo proseguir por el hecho de que eres mi compañero, esa mano que salva en el momento en que estamos a la deriva. Te amo Señor y te doy gracias por lo malo, con lo que aprendí y me hice con él y asimismo por lo bueno.
- Bendita sea tu pureza. Bendita sea tu pureza, y sea por los siglos de los siglos, por visto que un Dios entero se recree en tan divertida hermosura. A ti, celestial princesa, Muy santa Virgen María, te ofrezco en este día mi alma, mi vida y mi corazón. Mírame con compasión, no me dejes, mi madre.
- Señor mío y Dios beato, Padre bueno, constructor del cielo y de la tierra, sin que yo lo merezca, dame un nuevo día de vida. ¡Muchas gracias! Sabes que soy pequeño y que sin tu asistencia me caigo a cada paso. ¡No sueltes mi mano! Ayúdame a comprender que todos los hombres son tu hijo y por consiguiente mi hermano. Enséñame a gozar de la vida, a vivir feliz en este momento para contribuir al resto. Un hombre.
- Señor, mira con satisfacción a tu pueblo. Señor, mira con alegría a tu pueblo, que quiere ardientemente encargarse de una vida santa, y como con sus privaciones se esmera por supervisar sus cuerpos, que la práctica de los buenos proyectos transforme sus ánimas. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en unidad con el Espíritu Santurrón por los siglos de los siglos. Un hombre.
- Señor, Beato Padre. Señor, Padre bendito, que nos enviaste a percibir a tu amado Hijo, aliméntanos con la alegría interior de tu palabra, a fin de que, purificados por ella, tengamos la posibilidad contemplar tu gloria en la perfección de tus proyectos con ojos claros. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en unidad con el Espíritu Beato por los siglos de los siglos. Un hombre.
Oración prodigiosa a la Virgen de Fátima para poder ver una señal clara que te va a funcionar
Comentando de señales, la Virgen de Fátima en sus visualizaciones siempre y en todo momento hace aparición super bella alumbrada con un luz Una sola cuenta son los que presencian sus visualizaciones. Por ende, es el intercesor frente Dios para mandarnos una luz clara y un mensaje que requerimos por medio de la oración a la Virgen de Fátima para recibir una señal.
Para decir esta oración no precisas estar en un espacio concreto, puedes estar en cualquier lugar de este mundo, por el hecho de que del mismo modo vas a ser escuchado y el mensaje que andas aguardando va a ser contestado.
Frases para soliciar guía en las adversidades
Mi bello Jesús, el día de hoy estoy aquí con las manos abiertas y el corazón abierto, presto a confiar en ti para enfrentar el día y todo cuanto está por venir. Conque ayúdame a ser como Nehemías y buscar en ti guía, fortaleza, provisión y protección. En el momento en que enfrente resoluciones y situaciones bien difíciles, recuérdeme que soy su hijo y su embajador en el planeta que me circunda. Ayúdame a vivir el día de hoy de una forma que honre tu santurrón nombre. En el nombre de Jesus. Amén.