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Cómo puedo hablar con mi alma

    El que siente tu alma es el que habita tu cuerpo, el con la capacidad de sentirte cerca de ti. ¿Y de qué manera puedo charlar del alma? La única forma de llevarlo a cabo es estando cerca de ti, recorriendo las diferentes esferas que conforman tu ser. Observando tus pensamientos, tus conmuevas y tu sensación física.

    Tu Alma, que eres tú en esencia, que trae la información de tu evolución, de todos tus acuerdos y metas, está preparada para ser escuchada. Hay iniciaciones increibles que te asisten a estar en contacto con ellas constantemente, y probablemente la persona correcta para guiarte llegue en el momento en que llegue tu instante.

    Hasta entonces puedes ser mucho más perceptivo a tus señales, en este articulo te exponemos los diez pasos para percibir mejor a tu Alma

    Acercamiento y creo mi templo

    El una baqueta baila en mi mano y del tambor van tonos suaves. Me dejo asesorar por el instinto, pretendo localizar un espacio perfecto para mi meditación. Me resulta mucho más simple meditar en el bosque, pero asimismo tenemos la posibilidad de hacer nuestro templo en el hogar, situándonos en un espacio de la vivienda que nos agrade y decorándolo con elementos que sintamos que nos tienen la posibilidad de contribuir a conectarnos.

    Acercamiento mi sitio ideal, sentado en la mitad de 2 margaritas, con 2 árboles enormes adelante y el sol a la derecha.

    Charla con el alma

    0:15 – ¿Qué es querer tu alma?

    Abrirnos a nuestra Espiritualidad

    Esto no significa ser mejores que absolutamente nadie, ni ser mucho más avanzados, ni mostrar hermosos… Hablamos de ofrecer rincón a la intuición, a nuestra escucha interior, aceptar nuestros avernos, ver las lesiones profundas de la psique, vivir la noche obscura del alma, absolutamente siendo conscientes de lo que pasa y sin procurar huír. Y evidentemente, sé humilde y solicita asistencia y déjate asistir, hay enormes terapeutas a tu servicio.

    Ofrecer un paso atrás y ver las cosas desde otro criterio. Sepárate y no te quedes atascado en el inconveniente.

    Cuerpo

    Para “charlar” con el cuerpo, escucharlo y también estudiarlo, nos centramos en las experiencias físicas. Cierres, afecciones, agitación, pesadez, apertura, descarga, etcétera. O sea, sin interpretaciones de de qué forma es mi cuerpo, sin ideas y sin conmuevas, si bien estas ahora estaban mucho más cerca de lo sensorial.

    Para relacionarnos con las conmuevas lo primordial es comprender que todas y cada una marchan del mismo modo. Son como una ola. Se elevan, se vuelven mucho más fuertes, alcanzan su punto máximo y después caen y desaparecen, como una ola. Si los negamos o los contenemos, les agrada el agua, suben y suben y suben, amontonándose hasta romper el dique. Así sea vertiendo o contra nosotros. Entonces, para conducir las conmuevas, que solo manifiestan nuestra necesidad de acción, les ofrecemos espacio para medrar según sea preciso y tiempo para acurrucarse y ocultar naturalmente. En ocasiones son muy intensos y por consiguiente perturbadores, con lo que lo que hacemos es mirarlos lo mucho más lejos viable, tal y como si estuviésemos en un cine y decidiéramos retroceder unas filas hasta sentir que disponemos el control a lo largo del desarrollo.

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