Un amor kármico es aquel que viene a cambiar nuestra forma de vida. Es un alma que viene a nuestro acercamiento para enseñarnos una lección elemental que jamás podríamos estudiar. Estas son relaciones que, por más que lo procures, no van a funcionar.
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12 señales reveladoras que te van a hacer ver que andas envuelto en el cariño kármico
Desde el comienzo te sientes atraído por esta persona.
No aportan a tu vida
Hay hábitos ególatras ahora ocasiones tienden a ocultar del mapa para regresar solo en el momento en que ven la necesidad de ser útil a sus intereses sin tener en cuenta los tuyos.
Los límites desaparecen y comienza a enseñar reacciones controladoras e inclusive beligerantes. Tener amor propio para ser siendo consciente de este género de hábitos puede ser entre las mayores enseñanzas que te puede dejar una relación kármica.
¿De qué forma comprender si una relación es kármica?
Más allá de que detectar una relación kármica es difícil cuando andas en una, existen algunos signos reveladores de una relación kármica que puedes admitir instantáneamente. Entre los primeros signos de una relación kármica es la intensidad de las conmuevas implicadas. En un instante, la pareja siente un amor y una pasión extremos. Al instante siguiente experimentan una pobreza absoluta y infame. Más allá de que todas y cada una de las parejas pelean y pasan por instantes bien difíciles, una pequeña discusión en una relación kármica puede transformarse en una enorme discusión en cuestión de segundos. La segunda señal a tener en consideración es que la mayor parte de las relaciones kármicas promueven un patrón de codependencia o adicción. . Los pensamientos y sentimientos consumen a la gente en una relación kármica y les cuesta dejar ir las cosas. Otra indicación de una relación kármica es que en su mayor parte son tóxicas y unilaterales, con un individuo realizando todo cuanto está a su alcance para sostener la relación y la otra persona velando por sus mejores intereses. La última señal es que la gente en una relación kármica no desean romperla por el hecho de que no tienen idea de qué forma va a ser la vida sin el otro. En vez de lidiar con esta indecisión, continúan en la relación sin importar un mínimo qué tóxica sea.
Si lees esto y piensas que puedes relacionarte con todo lo mencionado, posiblemente poseas una relación kármica. Una relación kármica habitual está llena de drama y enfrentamiento. Andas todo el tiempo cuestionando las causas de tu pareja, y la mayor parte de las ocasiones, es tumultuoso. Ya que las relaciones kármicas son en su mayor parte tóxicas, tienen la posibilidad de sacar lo malo de la gente. El abuso físico, verbal y sensible son ejemplos seguros de relaciones kármicas. En contraste a las relaciones saludables, las relaciones kármicas consumen todo tu ser y te previenen pasar tiempo con tus conocidos cercanos y tu carrera. Todo el tiempo pasas tiempo con esa persona que acaba en riñas la mayoría del tiempo. Más que nada, las relaciones kármicas sencillamente no se sienten bien. Mientras que estés en uno, da igual cuánto los ames y los cuides y desees pasar tu vida con ellos, en el fondo siempre y en todo momento vas a sentir que algo no está bien. Si está todo el tiempo exhausto, enojado y triste, sabe que no es conveniente para usted. Es hora de admitir el inconveniente y hallar maneras de resolverlo.
“Lo que sentimos en el presente procede de los recuerdos del pasado”
En esta relación incrementan el deseo y la aspiración espiritual, subiendo el vínculo sentimental de otro espacio considerablemente más pleno. Nuestra intuición se aguza, estableciendo una conexión con tu pareja. Sientes lo que tu pareja sintió desde tiempos inmemoriales hasta el presente, aquí y ahora mismo.
- //ALMAS: CÓMO RECONOCERLAS
Las ánimas gemelas kármicas son ególatras
En el momento en que nos encontramos en una relación kármica no hay límites saludables. El colega en general se preocupa por sus pretensiones y sus intereses. Si está con nosotros, podría ser por tranquilidad.
Si acabaron y retornaron en más de una ocasión, es señal de una relación kármica. Probablemente poseas mucho más inconvenientes que resoluciones, y la solución para los dos es dejar caer y dejar que cada uno de ellos prosiga su sendero.