“Atrapados y golpeados”, afirma el dicho. Y de forma frecuente todavía es cierto actualmente. Más allá de que las relaciones cambiaron de enorme manera en las últimas décadas (poliamor, Tinder, rompiendo varios tabúes sobre orientación y también identidad sexual), la persona cuya pareja te engañaba con otra persona. Si bien la conducta infiel asimismo supone un fuerte castigo popular (y dado que esto asimismo daría sitio a otro tema), la persona que padece la infidelidad asimismo padece las secuelas.
¿De qué manera cambió nuestro término de ‘cuernos’? “Frente a una situación de infidelidad, hay instantes en los que somos mucho más concluyente y toleramos menos que hace unos años”, enseña Silvia Congost, sicóloga experta en autovaloración, dependencia sensible y terapia de pareja, y autora de ‘Diez formas de carga tu relación de pareja.
Si no hay arreglo?
Por supuesto la opción mejor es la separación. Cada uno de ellos va a tener una exclusiva ocasión de buscar su confort lejos de una relación ahora arruinada. Todos tenemos la posibilidad de cometer fallos y arrepentirnos, pero la otra sección está en su derecho a no poder perdonar. En estas situaciones, la separación es la salida sana para los dos.
Asimismo hay que decir que existen muchas parejas que son lesiones de muerte por la infidelidad, pero que por distintos fundamentos terminan por no separarse. Frecuentemente esto acaba en ocasiones del tipo “ni contigo ni sin ti”. La persona ofendida no puede perdonar y prosigue castigando en el momento en que el infiel está entusiasmado. La persona infiel sigue en la relación, admitiendo constantemente el castigo como precio del pecado cometido.
¿Puedo divorciarme y reclamar una indemnización a mi pareja por haberme sido infiel?
Sí, puedes reclamar una indemnización por los datos y daños sufridos.
La separación de los recursos comprados a lo largo del matrimonio se divide por partes iguales como resultado del divorcio. Sin embargo, aparte del 50% de los recursos que les correspondan por la separación de recursos en el divorcio, el cónyuge perjudicado por un acto de infidelidad va a poder reclamar la indemnización de daños y perjuicios y la cuantía va a ser proporcional al perjuicio sufrido.