Alegría, paz, tiernicidad, amabilidad en sí, ganas de querer mucho más, ganas de cambiar de vida, de entender a el resto, ganas de transformar, mucha seguridad. Varias personas aun aseguran que sienten calor. La oración nos hace bien.
Estar en la presencia del Señor es tener la paz de Dios en ti.
(Fotografía: AdobeSpark)
De qué manera entender si estoy en la existencia de Dios
Muchas En ocasiones, en el momento en que pensamos en la existencia de Dios, nos imaginamos un espacio concreto o un sentimiento concreto. Quizás piensas en la existencia de Dios como un espacio místico y etéreo donde flotas en una suerte de nube blanca. O quizás consideras que la existencia de Dios es un sentimiento de calidez y amor que te envuelve y te hace sentir como en el hogar.
No obstante, la Biblia nos comunica que la existencia de Dios está considerablemente más cerca de lo que podríamos imaginar. En verdad, la Biblia afirma que Dios está en todas y cada una partes. Salmo 139:7-12 afirma:
Lea las escrituras en voz alta.
Al vocalizar la Palabra inspirada de Dios en forma audible, va a sentir Su poder y presencia. La Biblia afirma que la Palabra de Dios es «viva y eficiente, y mucho más tajante que toda espada de 2 filos» (Hebreos 4:12). Esta espada afilada te avergonzará o perforará tu corazón con convicción, inspiración o determinación. Un corazón puntiagudo es preferible que un corazón poco entretenido, ¿no crees?
En vez de procurar llevar a cabo un acercamiento tangible con Dios, prepárate para en el momento en que Dios decida manifestar su presencia en ti. La presencia incesante de Dios a tu alrededor (y en ti, con apariencia de Espíritu Santurrón, si eres fiel) que puedes sentir o no es su presencia fundamental, al tiempo que los encuentros tangibles con Dios que atrapan tu atención son su presencia. presencia manifiesta. .
Predisposición del corazón
Para estar en la existencia de Dios es requisito elaborar el corazón para hollar el sendero de la justicia. Asimismo debemos entrenar la justicia, que todas y cada una de las acciones que hagamos sean honestas y de corazón y que en ella solo reine la sinceridad.
En ocasiones no sentimos la existencia de Dios por el hecho de que a lo que nos rodea y en nuestra cabeza hay mucha confusión y estruendos. Para empezar a sentirlo, solo enfoca tu cabeza en ello y empieza a respirar intensamente.