Es primordial realizar un favor en el instante conveniente. Todo el planeta tiene instantes del día en los que está de buen humor y instantes en los que no lo está, como tras el trabajo o sencillamente en el momento en que ha recibido malas novedades.
Afirma el viejo proverbio que soliciar es ofrecer, y quizás ahí es donde te quedas atascado, no tienes idea soliciar. ¿De qué manera charlar con tu jefe?
Llegas con tu jefe, te paras en frente de él entre sonriente y fatigado, quejoso y decidido, le afirmas: ¿y qué, me das la semana entera?
Oración nocturna para admitir la dependencia de Dios
Amado Dios, el sueño es un recordatorio de que dependo total y completamente de ti. No tengo fuerzas infinitas y no puedo proseguir haciendo un trabajo indefinidamente, necesito reposar para renovarme. Dependo de ti a fin de que me des vida, aliento y fuerza. En el momento en que trato de vivir solo, el resultado es la angustia. En el momento en que dependo de ti, recibo felicidad y clemencia.
Conque en el momento en que me vaya a reposar, deseo proclamar que dependo completamente de ti. Dejarme reposar es un recordatorio de que no tengo el control. Necesito que me abraces a lo largo de la noche, y necesito que sostengas mi vida.
Reglas para la utilización de signos de interrogación
- La apertura (?) y el cierre (?) siempre y en todo momento se ponen y escriben al lado de la primera y la última palabra del enunciado de el interrogante, pero separadas de las expresiones que vienen antes o tras el interrogante. Por servirnos de un ejemplo: ¿van a venir? Yo pienso que sí.
- Jamás se pone un punto (.) tras el signo de interrogación de cierre, pero se tienen la posibilidad de poner otros signos de puntuación. Por servirnos de un ejemplo: *¿A qué hora es el desfile? / ¿Cuánto cuesta el pan, se vende por kilo?
- Si el interrogante no se ajusta a la oración completa, se pone el signo de apertura donde empieza el enunciado interrogativo. Por servirnos de un ejemplo: Además de esto, ¿no está bastante lejos el campo de aviación?
- Si al comienzo de la oración hay un vocativo o un vocativo condicional, concesivo, final o causal, se excluye de el interrogante. Por poner un ejemplo: Analía, ¿vienes a cenar el viernes? No obstante, si estas creaciones están en el final de la oración, se tienen dentro en el interrogante. Por servirnos de un ejemplo: ¿Vienes a cenar el viernes, Analía?
- Si se cree que múltiples cuestiones forman parte a una misma oración, se apartan con coma (,) o punto y coma (;) y, salvo la primera, se empiezan con letra minúscula. Por servirnos de un ejemplo: ¿A qué hora comienza la película? ¿Quien es el directivo? ¿Dónde fue grabado? Pero si las cuestiones se piensan frases independientes, no se apartan con otro signo de puntuación y todas y cada una empiezan con mayúscula. Por servirnos de un ejemplo: ¿Quién es el más destacable escritor del país? ¿Por qué razón? ¿Cuál es tu mejor libro?
- Si una declaración se considera interrogativa y exclamativa al tiempo, los signos de interrogación y exclamación se tienen la posibilidad de conjuntar de distintas formas:
- La declaración empieza con una pregunta marca y acaba con un signo de exclamación. Por poner un ejemplo: ¡Son ya las once!
- La declaración empieza con un signo de exclamación y acaba con un signo de interrogación. Por poner un ejemplo: ¿Cuándo va a llegar el metro?
- La instrucción empieza y acaba con 2 signos (este empleo es el mucho más sugerido). Por servirnos de un ejemplo: ¿Aún no acabaron el puente? / ¿¡Quién es el nuevo jefe!?
- ¿Precisas asistencia con esto?
- ¿Cómo te encuentras? ¿Precisas asistencia?
- ¿Puedo llevar a cabo algo para guiarte?
- ¿Precisas algo?
¿De qué forma hay que comenzar a rezar?
La oración es una charla con Dios, y cada charla empieza llamando a la persona por su nombre. Jesús empieza con «Padre nuestro que andas en los cielos». Se enfoca en un individuo diferente: el Padre Celestial con quien tiene una relación personal.
Solo ora, ofertando todo cuanto piensas y sintiendo al Señor. Lo que traes es un principio. Conforme oras mucho más o mucho más de forma frecuente, la experiencia frecuente es que algo extraño te comienza a ocurrir.
Sugerir un favor
Por norma general, a la multitud le agrada recibir asistencia desinteresada. Pero hay situaciones en los que puede no ser correspondiente sencillamente intervenir y asistir. Es muy aconsejable sugerir asistencia educadamente antes de accionar: