Quedó claro que el valor de la moneda de un país es dependiente de su solidez y seguridad económica, política, popular y jurídica, por ejemplo cambiantes que llevan a la seguridad en exactamente el mismo.
¿Es recomendable que un país tenga su moneda? Esta pregunta la hacen habitualmente no solo los pobladores de países cuyas monedas son endémicamente inestables, sino más bien asimismo quienes forman parte (o están teniendo en cuenta ser parte) de un área monetaria conjunta.
La enorme virtud de comunicar una moneda entre países reside en la supresión de los óbices al comercio impuestos por la necesidad de transformar una moneda en otra, tal como los gastos que representa la indecisión sobre la evolución de los modelos de cambio. Esta fue la iniciativa que inspiró la creación del euro como un paso mucho más en la integración regional de Europa, tal como la adopción del dólar por la parte de El Salvador en el contexto de un TLC con EE.UU.
Qué hace una moneda perder su valor.
Quedó claro que el valor de la moneda de un país es dependiente de su solidez y seguridad económica, política, popular y jurídica, por ejemplo cambiantes que llevan a confiar en ella.
Lo previo provoca que una moneda tenga un valor preciso, que en cualquier caso puede verse achicado por ocasiones puntuales como el nivel de endeudamiento, incremento de la inflación, políticas económicas equivocadas, políticas fiscales recesivas, disminución de las exportaciones, disminución del precio en todo el mundo de las materias primas, inestabilidad a nivel político, etcétera.
Australia
Australia pertence a los países que anunció interés en producir una Moneda Digital del Banco Central (CBDC). Según los reportes del actual año, el Banco de la Reserva del país (RBA) experimenta con la interfaz Ethereum Blockchain para hacer su criptomoneda. El trabajo del laboratorio de RBA en el área incluye el avance de un sistema de liquidación mayorista de prueba de término usando una CBDC.
De momento o sea únicamente una experiencia del banco central australiano. No obstante, revela el creciente interés de los países en valorar la creación de monedas digitales; y pone a Australia en la lista de países que están a solo unos pasos de producir su moneda digital