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Qué debemos hacer para no caer en el pecado

    Arrepentimiento y Expiación El arrepentimiento da fuerza y ​​una exclusiva actitud hacia Dios, hacia uno mismo y hacia la vida por norma general. Mediante esa fortaleza, puedes alejarte del pecado y poner tu corazón y tu intención on line con el plan que Dios tiene para ti.

    Mira estas cinco sugerencias de Pastoral Juvenil para no caer en pecado. Este puede ser un óptimo recurso para comunicar con los chicos. Puede preguntarles qué opínan de estos consejos y qué podría asistirlos en su historia día tras día para proseguir a Jesús.

    Conclusión

    En esta publicación, examinamos múltiples formas en las que tenemos la posibilidad de eludir el pecado según lo que enseña la Biblia. Vimos de qué forma comprender y proseguir los mandamientos de Dios, buscar la asistencia del Espíritu Beato, soliciar perdón, vivir en comunión con otros cristianos y meditar en la palabra de Dios son fundamentales para eludir el pecado y vivir una vida santa.

    Es esencial apuntar que más allá de que estas son herramientas valiosas para eludir el pecado, ninguna de ellas es bastante por sí misma. La felicidad de Dios es fundamental para nuestra salvación y nuestra aptitud de vivir una vida santa. Sin ella, no podríamos eludir el pecado y lograr la santidad. No obstante, con su asistencia, tenemos la posibilidad de vencer el pecado y vivir una vida interesante a Dios.

    Qué debemos llevar a cabo para no caer en tentación

    Jesús nos enseñó que debemos rezar para no caer en tentación. En Mateo 6:13, él mismo nos comunica: “Y no nos dejes caer en tentación, mas líbranos del malvado”. Debemos buscar la asistencia de Dios para no caer en las trampas del enemigo. Satanás busca formas de engañarnos y hacernos caer, pero Dios nos va a dar fuerza y ​​poder para soportar.

    En Santiago 1:12-15, nos comunica que debemos guardarnos de la tentación, por el hecho de que si no contamos precaución, vamos a caer. Tenemos la posibilidad de rezar a fin de que Dios nos libere de la tentación, y asimismo debemos soportar activamente la tentación, sin ofrecerle un espacio en nuestras vidas. Debemos soliciar contribuye a Dios, y asimismo debemos llevar a cabo nuestra parte para no caer en la tentación.

    Piensa: “Necesito confesar mi pecado” en vez de “Necesito esconder mi pecado”.

    Nuestra naturaleza pecaminosa desea esconder nuestros errores para eludir la vergüenza de ser descubiertos. Dios desea lo opuesto: la confesión del pecado, algo opuesto a nuestra naturaleza pecaminosa. La confesión saca el pecado de las tinieblas a la luz y quita su poder, trayendo sanidad (Santiago 5:16). En vez de tener miedo la confesión, deja que te recuerde la felicidad de Dios dada en la cruz. A quienes verdaderamente detestan sus errores les gusta mucho confesarlos, por el hecho de que la confesión es un canal de restauración dado por Dios (ver Salmo 32:1-2; 1 Juan 1:9).

    “Por el hecho de que si vivís de conformidad con la carne, deberéis fallecer; pero si por el Espíritu hacéis fallecer las proyectos de la carne, viviréis”. (Romanos 8:13 LBLA, énfasis mío)

    Por qué razón debemos confesarnos: El pecado pausa nuestra comunión con el Señor

    Nuestro Dios es un Dios de amor, pero asimismo es beato y justo . Dios no acepta el pecado, con lo que los errores que cometemos crean una barrera entre nosotros y Él y también interrumpen nuestra comunión con Él.

    Podemos consultar esto aun en nuestras relaciones humanas. Supón que ofendiste a tu amigo al decir expresiones humillantes y jamás te disculpaste. Los dos sienten que hay una separación entre ustedes, pero hasta el momento en que aclaren las cosas disculpándose, sencillamente no tienen la posibilidad de sentirse cómodos en la presencia del otro.

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