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Qué dice Hebreos 12 15

    15 teniendo precaución de que absolutamente nadie se apropie de la felicidad de Dios, no vaya a ser que alguna raíz de amargura que no aflora le estorbe, y varios sean contaminados por ella; 16 Que absolutamente nadie sea lascivo o profano como Esaú, que vendió su primogenitura por solo una comida.

    Cuidaos de que absolutamente nadie deje de lograr la felicidad de Dios; que aflorando alguna raíz de amargura, les incordia, y por ella varios son contaminados Hebreos 12:15

    Frecuentemente, la amargura está relacionada a ocasiones negativas que vivimos, a lesiones que han quedado sin solución, o a nuestra incapacidad para perdonar y ser perdonado. Es un aspecto cáustico que nos quita la paz y destroza nuestras relaciones. La Biblia nos advierte sobre nuestra raíz de amargura: “Mirad que alguno no alcance la felicidad de Dios; la que, echando alguna raíz de amargura, les molesta, y por ella varios son contaminados” Hebreos 12:15. Empecemos viendo la palabra amargura: pilkria, una palabra griega que significa aguijón, particularmente veneno, punzante, penetrante. Esto es, un individuo con amargura en el corazón verdaderamente espira veneno, traspasa el alma de la gente con sus expresiones, es afilado como un cuchillo, y más que nada su gusto amargo.

    Este sermón o mensaje tiene que ver con: ​​Cansancio, Prosigue, Fortaleza, Hebreos, No te rindas, Comenzar nuevamente

    – – – – – IMPORTANTE – – – – –

    Señales que detallan la raíz de amargura en un individuo

    Quejarse regularmente es una señal obvia, chimentos extendidos sobre la situación de la vida y siempre y en todo momento contra otra gente, es una señal de tener esta raíz de amargura que charla hebreo 12 :15 . La gente con esta manifestación están enojadas prácticamente en todo momento y maldicen todo el tiempo.

    «Y no contristéis al Espíritu Santurrón de Dios, con el que fuisteis sellados para el día de la redención. Quita de ti toda amargura, furia, furia, gritería, calumnia y toda malicia”. Efesios 4.30, 31

    Conseguir la felicidad de Dios

    Este don no posee límites; pues en el momento en que Jesús vino a la tierra la extendió a toda la raza humana; absolutamente nadie puede abonar para lograrlo; de ninguna forma el hombre con proyectos la puede lograr, pues somos injustos; pero él nos la adquirió con su sacrificio. Él habitó entre nosotros, lleno de felicidad y enserio (Juan 1:14). Y de eso, absolutamente nadie es digno; por el pecado

    Entonces, no cabe duda de que la mejor forma de llegar a la felicidad; no es el cumplimiento de la ley: “Por el hecho de que la ley fue dada a través de Moisés, pero la felicidad y la realidad vinieron a través de Jesucristo” (Juan 1:17); donde unicamente se salvó Israel.

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