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Qué dice Isaías 1 17

    17 Aprende a llevar a cabo el bien; Busca el juicio, contribuye a los oprimidos; haz justicia al huérfano, aboga por la viuda. 18 Venid en este momento, afirma el Señor, y estemos a cuenta: si bien nuestros errores sean como la grana, como la nieve van a ser emblanquecidos; si bien sean colorados como el carmesí, se volverán como blanca lana.

    Lavaos y sed limpios; quita la iniquidad de tus proyectos de enfrente de mis ojos; deja de llevar a cabo daño; Aprende a realizar el bien; busca el juicio, restaura al agraviado, haz justicia al huérfano, resguarda a la viuda…

    El pecado enfría tu corazón, entonces lo endurece. Otra cosa que hace el pecado es ocultarnos. En vez de abrazar a Dios ahora el resto, nos ocultamos.

    Evangelio

    Lectura del Beato Evangelio según San Mateo (diez,34–11,1):

    En aquel tiempo, Jesús ha dicho a sus apóstoles: «No considera que vine a la tierra a cultivar paz; No vine a cultivar paz, sino más bien espadas. llegué a enemistar al hombre contra su padre, a la hija contra su madre, a la nuera contra su suegra; los contrincantes de cada uno de ellos van a ser los de su casa. El que quiere a su padre oa su madre mucho más que a mí, no es digno de mí; el que quiere a su hijo oa su hija mucho más que a mí, no es digno de mí; y el que no toma su cruz y me prosigue, no es digno de mí. El que halle su historia, la perderá, y el que pierda su historia por causa de mí, la encontrará. El que les recibe a nosotros, me recibe a mí, y el que me recibe a mí, recibe al que me envió; el que recibe a un profeta por ser profeta, salario de profeta va a tener; y el que recibe a un justo por ser justo, va a tener justa recompensa. Cualquier persona que dé a tomar una de estas pobres cosas, si bien sea un vaso de agua fría, solo pues es mi acólito, no perderá su salario, les lo aseguro. En el momento en que Jesús acabó de ofrecer normas a sus 12 acólitos, salió a educar y predicar en sus ciudades.

    Parte 4: El Juicio y Redención de Jerusalén

    Isaías lamenta de qué manera una localidad leal y grandiosa como Jerusalén, que acostumbraba a estar llena de justicia, en este momento se encontraba en un estado total de corrupción. Desde los mandatarios hasta todos y cada uno de los integrantes del pueblo; todos vivían en pecado. De ahí que Dios afirma que va a realizar su juicio sobre esta localidad, si bien lo atrayente es que el propósito de este juicio no debe ver con destrucción, sino más bien con limpieza. ¡El Señor deseaba que la localidad volviese a su viejo esplendor a fin de que pudiese ser llamada «la localidad de justicia» de nuevo!

    • Isaías: El profeta que recibe el mensaje y charla al pueblo.
    • Dios: Da un mensaje a Isaías mediante una visión.
    • Jerusalén: Localidad a la que se dirige el mensaje de Dios.

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