Los desalmados solicitan prestado y jamás abonan sus deudas, pero los justos prestan y dan ampliamente.
Una parte de la vida adulta actualizada incluye tomar resoluciones financieras esenciales, ciertas cuales tienen la posibilidad de tener ramificaciones en un largo plazo para un individuo. La resolución de endeudarse tiene la posibilidad de tener ramificaciones tanto positivas como negativas en la vida de un individuo.
La deuda es una situación financiera donde alguien solicita dinero prestado para llevar a cabo una compra presente pues no puede pagarlo sin asistencia; el dinero debe devolverse al prestamista después, en general con intereses o costes auxiliares agregados a la cantidad total prestada.
Lo que afirma la Biblia sobre la deuda
“Si prestares dinero a mi pueblo, a los pobres de entre nosotros, no vas a ser usurero con ellos; no le cobrarás interés.”
“No cobrarás interés a tu hermano: interés sobre dinero, comida, cualquier cosa que se logre prestar a interés.”
Versículos de la Biblia sobre la deuda
Mateo 6:24 (RV)
Ninguno puede ser útil a 2 señores; pues o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y despreciará al otro. Es imposible ser útil a Dios ahora las riquezas.
¿Dónde en la Biblia charla de soliciar prestado?
En un instante les presentaré unos versos que charlan de soliciar dinero prestado. En estos versos pone bastante énfasis en la usura.
¿Qué es la usura? Es el cargo exagerado, en la tasa de interés que se contrata en el préstamo. Por ende, si la persona presta a un valor altísimo, aprovechándose del moroso, la Biblia lo penaliza.
La única forma bíblica de soliciar prestado
seguramente el principio financiero menos comprendido en la Palabra de Dios es la prohibición de la fianza (Proverbios 22:26-27). La garantía radica en asumir la obligación de abonar la deuda sin forma segura de pagarla. Los préstamos no asegurados y la cofinanciación son ejemplos de garantías. Bond quiere decir que nos jactamos del futuro. Si todo va según lo que se espera, posiblemente tengamos la posibilidad devolverle el dinero. Pero si algo sale mal y no tenemos la posibilidad de abonar, nos quedamos con una deuda.
Solo en el momento en que la garantía se ha puesto como garantía contra el préstamo que es igual en valor al préstamo, tenemos la posibilidad de eludir la garantía. Si no tenemos la posibilidad de abonar el préstamo, el prestamista puede confiscar y vender la garantía, que cubrirá el monto total del préstamo. La Biblia advierte contra cualquier género de préstamo que no esté completamente asegurado. Si los cristianos observaran esta precaución con relación a los préstamos, lo máximo que podrían perder sería la garantía que habían prometido contra el préstamo.