Por una parte, la resiliencia es la aptitud de soportar y enfrentar ocasiones bien difíciles, al tiempo que la empatía es la aptitud de ponerse en el sitio del otro para entender su situación.
De la misma la empatía, la “resiliencia” es un atributo que todos deseamos tener y tenemos la posibilidad de identificarlo como una cualidad que valoramos y de la que estamos contentos. Pero, ¿verdaderamente entendemos distinguir esta capacidad?
Existen muchas definiciones de resiliencia y muchas perspectivas desde distintas disciplinas. Una definición fácil charla de la aptitud de un individuo para asumir con elasticidad ocasiones límite, superarlas y salir robustecido de la adversidad. No solo enfrentar la crisis, sino más bien asimismo estudiar sobre nosotros y nuestras habilidades.
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Peculiaridades de un individuo resiliente
Durante la vida todos vamos a estar expuestos a ocasiones de padecimiento: pérdidas, problemas médicos, enfrentamientos familiares, deterioro físico… La persona resiliente es siendo consciente de que son procesos transitorios y las próximas características te asisten a transitarlos de manera efectiva y edificante:
- Adopta una actitud efectiva. Entender administrar las conmuevas es primordial para enfrentar cualquier obstáculo que se interponga en el sendero. Como recomienda la teoría Antes de Cristode Ellis -donde «A» son los hechos, «B» los pensamientos y «C» las conmuevas- lo que condiciona de qué manera estamos (C) no son las cosas que nos suceden (A), sino más bien las forma en que los percibimos (B). Por ende, disponemos una alta aptitud para saber de qué manera estamos, atendiendo únicamente a la manera en que comprendemos lo que pasa.
- Serie. Accionar como un individuo efectiva no supone ser bastante ilusionado. En ocasiones hay ocasiones bien difíciles o límite que no se tienen la posibilidad de contemplar inocentemente, puesto que son dolorosas, y admitir la contrariedad de estos instantes puede contribuir a entender accionar consecuentemente. Se habla sencillamente de relativizar y intentar meditar en resoluciones, no en inconvenientes.
- Utiliza el humor. Puede ser una herramienta muy eficiente para achicar la agilidad y relajarse en instantes de agobio. Mientras que sea espontáneo y natural, por ende, no forzado o con la intención de hacerte reír a toda costa, el humor puede ser un activo muy apreciado.
- Setseret. Admitir que todo tiene límites no quiere decir que debamos estar según con su vida. Los retos nos asisten a mover un tanto mucho más lo que creíamos que eran nuestras barreras y, en el sendero, examinar potencialidades antes ignotas de nuestra personalidad. La gente resilientes ven los inconvenientes como chances para desafiarse y redescubrirse a sí mismos.
- Tener autonomía. La frustración habitualmente proviene de la carencia de control sobre una situación concreta. Sentirse impotente frente a un tema que es esencial para nosotros puede ocasionar agobio y también irritación. Estas personas tienden a tener seguridad en sí mismas, puesto que creen en su resiliencia para influir en lo que ocurre.
- Conócete a ti. Admitir cuáles son tus primordiales fortalezas y capacidades, tal como tus debilidades, es clave para detectar qué tenemos la posibilidad de progresar, de qué forma tenemos la posibilidad de reconstruirnos para sentirnos mucho más cómodos.
Ejemplos de empatía
- Entender y respetar otros puntos de vista a lo largo de una discusión o charla.
- Asiste para un individuo con discapacidad visual a atravesar la calle.
- Sentirse triste en el momento en que ve plañir a alguien.
- Asiste para alguien a lograr un propósito concreto.
- Regocíjate por los logros o la alegría de un individuo cercano.
- Contribuye a alguien que ha resultado herido en la vía pública.
- Respetar la hora acordada para una asamblea.
- Ofrecer un espacio en la fila a una mujer preñada.
- Escucha atentamente las historias o anécdotas del resto.
- Respetar todas y cada una de las ideas en el momento de efectuar el trabajo en grupo.
- Protege a alguien que es víctima de una injusticia.
- Coopera con una organización beneficiosa.
- Respaldar y contribuir a alguien a hallar un nuevo trabajo.
- Contribuye a un individuo cuyo vehículo se ha estropeado en la carretera.
- Admitir el ahínco del resto.
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Relevancia de la resiliencia
Sara Encinas asimismo recordó a Lea Waters, creadora de la psicología efectiva. Este estudioso destaca las fortalezas de los progenitores y los pequeños. El pedagogo solicitó a los progenitores que identificaran sus características y las de los inferiores. “Esta educación pensada en las virtudes contribuirá a promover la resiliencia”, resaltó la enseñante.
Además de esto, Encinas explicó que el avance de la resiliencia se da en ámbitos seguros. La enseñante insistió en que los progenitores tienen que instruir a sus hijos el cariño propio y la imaginación, características que les asistirán a sobrellevar sus inconvenientes.
Pero, ¿qué es la resiliencia?
Al contribuir a el resto, somos resilientes. Sabemos de que las distintas realidades se traducen en una visión social del ambiente que habitamos. Si nos encontramos alerta, el cuarto eslabón de esta cadena virtuosa supone que tenemos la posibilidad de cambiar la verdad que nos circunda. Si y solo si sabemos, comparte el reconocido arquitecto. Entendiendo este punto, todo se optimización. El ahínco que invertimos en prosperar el ecosistema que nos circunda nos ofrece optimismo, abre opciones. Todo lo mencionado es resiliencia. En este punto, se puede destacar la relevancia de los medios, que dan visibilidad a los mucho más atacables.