De esta manera llamaban los helenos a determinada nosología mental que detalla a quien la sufre como un sujeto perturbado en su dimensión axiológica, que bajo un impulso obsesivo solo piensa en amontonar dinero y riquezas.
Secuelas de la cromofobia
Para gozar de una alta calidad de vida, tienes que gastar un mínimo de dinero cada mes. Es lo que nos deja tener nuestras pretensiones básicas cubiertas. O sea, comida, alquiler o hipoteca, luz, agua, ropa…
Si un individuo tiene un temor irracional a gastar dinero, puede vivir muy mal. O sea, puedes terminar comiendo siempre y en todo momento lo mismo, lo mucho más económico, de esta manera no gastas tanto en comida. El inconveniente es que esto puede derivar en serios problemas médicos.
Son descuidados
Prestan tanta atención a sus costos que con frecuencia son descuidados. Por servirnos de un ejemplo, no invierten en ocupaciones que les dan exitación, puesto que comienzan a verlas como un “mal gasto”.
En verdad, tienen la posibilidad de desatender su fachada personal (emplean ropa gastadas o en estado deplorable para no gastar), no adquieren fármacos, entre otras muchas cosas.
El origen en grecia
Seguir el origen de la palabra crematomanía es bien interesante. El mito heleno del rey Midas, que rigió el país de Frigia, ilustra esta nosología. Midas amaba el oro, tanto que en el momento en que tuvo la posibilidad de solicitarle un solo deseo al dios Dionisio, optó por transformar en oro todo cuanto tocaba. ¿Qué ocurrió? No podía comer, pues hasta la comida que se llevaba a la boca se transformaba en oro. Y en el momento en que desesperadamente deseó abrazar a su hija Zoe, ella asimismo se transformó en una bella escultura dorada. “Como siempre y en todo momento, la civilización griega primordial y universal nos enseña las considerables pasiones y las mucho más horribles miserias humanas”, afirma Andahazi.
El valor de un individuo se mide en función de su cuenta bancaria
Este es otro aspecto atrayente. Este perfil procurará tener relaciones únicamente con figuras de prominente poder económico. Para ellos, la gente solo son atrayentes y dignas de ser una parte de su círculo popular si tienen un óptimo capital financiero. De a poco, sus relaciones son degradadas por esta visión materialista.
Si hay algo que procuran la gente con crematomanía es hacerse un nombre, ganar reconocimiento, popularidad, poder… En este intento prácticamente obsesivo de posicionarse en la sociedad, efectuarán acciones que con frecuencia rayan en lo grotesco e inclusive en lo poco ético.
¿Sabes qué es la crematomanía?
Hay adeptos a las compras, otros adeptos al deporte, y asimismo hay adeptos al dinero. Esta nosología se llama crematomanía, o deseo obsesivo de amontonar dinero y riquezas, y, como todas las otras manías, es de bien difícil régimen.
La gente que sufren esta nosología corresponden a un perfil marcado por el interés personal y el deseo de reconocimiento popular y profesional. Tienden a poner cualquier cosa para acrecentar su riqueza, así sea familia, amigos o valores.