¿Qué es lo que significa estar en paz? Leí últimamente que estar en paz no significa estar en un espacio libre de ruidos, inconvenientes o adversidades; quiere decir que tenemos la posibilidad de sostener la tranquilidad en nuestro corazón en la mitad de estas ocasiones.
La Biblia afirma: «Pues yo sé los pensamientos que tengo sobre pensamientos de paz, y no de mal, de nosotros, afirma Jehová, para daros el objetivo que aguardáis» (Jeremías 29:11).
¿Dónde hallar la paz?
¿Dónde se encuentra entonces la paz? La paz está en nosotros, pues estáis en Dios, sois uno con él. ¿De qué forma consigues eso? ¿De qué forma hallas esa paz que Dios puso en ti? A través del perdón. Pero el perdón del que hablo no es el perdón del que siempre y en todo momento se charla. El perdón no es lo que te enseñaron a ser.
El ego tomó la palabra ‘perdón’ y la ha ceñido a sus objetivos, a sus propósitos. Perdonar no es dejar en libertad al otro de la culpa por el hecho de que eres mayor a él y de ahí que lo “excusas”. No es eso. Perdonar es admitir y entender ver.
Oremos a fin de que la paz inunde tu corazón:
“Padre Dios, ahora mismo decido poner todas y cada una mis pretensiones y intranquilidades en ti. Te estoy pidiendo que coloques paz en mi corazón necesitado el día de hoy. Que me invada la seguridad en ti y que esto se traduzca en paz para mi vida.
En el nombre de Jesús, expulso todo agobio que amenace con perturbarme a lo largo de este día. Asimismo te elevo una oración por mi familia y amigos, a fin de que todos se llenen de tu bendita paz.”
Ladrones de Paz
Hay varias cosas que tenuemente tienen la posibilidad de hurtar la paz de nuestros pensamientos y nuestros corazones. Hoy día, entre las primordiales causas de esta situación es el incesante bombardeo de novedades desalentadoras y tristes sobre los estragos de la pandemia. No obstante, hay una promesa de Dios de almacenar el corazón y los pensamientos; como lo relata el apóstol Pablo en Filipenses 4:7 «Y la paz de Dios, que excede todo comprensión, guardará nuestros corazones y nuestros pensamientos en Cristo Jesús» (RVR 1960).
La paz que Dios da es una paz que excede el comprensión humano, es una paz que no comprendemos ni enseñamos, por el hecho de que en ocasiones bien difíciles que semejan no tener solución, en vez de desesperarnos y desanimarnos, nos asiste a sostener la tranquilidad y la tranquilidad.