Por otra parte, si bien Rusia de no efectuar el desembolso se quedaría con ese dinero y dañaría a los inversores de países occidentales con los que sostiene relaciones poco a poco más tensas, el impago asimismo afectaría a los inversores rusos que adquirieron esa deuda, y también impediría que la euroasiática financiación enorme en
Esta entrevista está relacionada con el Líbano en el sentido de que la situación libanesa representa un modelo de lo que sucede en muchas unas partes del planeta y en la historia.
Líbano sufrió a lo largo de prácticamente tres años el fracaso de su sistema bancario, un colapso continuo en el valor de su moneda, una inflación de tres dígitos y una severa desaceleración económica. Ciertos estiman que la crisis es resultado de la corrupción, el gasto público elevado y la acumulación de deuda soberana, al tiempo que otros señalan al impago de deuda en moneda extranjera desde marzo de 2020 como la causa del estallido y recrudecimiento de la crisis. Pese a la prevalencia de estas 2 cuentas, el hecho es que los bancos están en bancarrota y siguen los sacrificios por culpar de las pérdidas a la población libanesa.
Antes de renegociar deudas, examina tus cuentas para conocer la causa
La morosidad es mala para todos: para el cliente, para el banco y para la compañía de la tarjeta. Si está endeudado, el paso inicial es sostener la tranquilidad. Es simple sentirse abrumado por la proporción de tasas de interés, acrónimos, estados de cuenta y leyes socias con múltiples agencias de crédito.
Confrontar a la deuda es el paso inicial para liberarse de ella.
Preocupación por la carencia de pago
La presión incrementa conforme EE. UU. y Europa planean novedosas sanciones esta semana para castigar a Moscú por los homicidos de civiles en Ucrania.
Rusia detalla su acción en Ucrania como una «operación militar particular». Ucrania y Occidente aseguran que la invasión fue ilegal y también infundada. Las imágenes de una fosa común y los cuerpos atados de personas disparadas a bocajarro provocaron una queja en todo el mundo el primer día de la semana.
La contrariedad, en un caso así, es el estado desolador de la economía cubana. El país ahora no posee industrias ejecutables, con lo que es realmente difícil generar lo bastante para llevar a cabo los pagos mínimos.
La contrariedad, en un caso así, es el estado desolador de la economía cubana. El país ahora no posee industrias ejecutables, con lo que es realmente difícil generar lo bastante para realizar los pagos mínimos. De hecho, es bien difícil medir lo mal que está el país por el hecho de que la solvencia y probabilidad de Cuba prosiguen viéndose perjudicadas por su ineficiente sistema de administración económica y por situaciones inusuales nacionales y también de todo el mundo. El gobierno paga a los gobernantes públicos un salario promedio de solo $25 por mes, lo que transforma a Cuba en entre los países mucho más pobres de todo el mundo. Por otra parte, el ingreso con limite a la financiación en todo el mundo, gracias a la carencia de transparencia, el historial de pago deficiente y los continuos efectos directos y también indirectos de las sanciones estadounidenses, sostienen a la economía enormemente vulnerable a las alteraciones del género de cambio.
Hoy en día, la situación de la deuda de Cuba con sus asociados comerciales y distribuidores se ha disparado, lo que transporta a ciertos a negarse a llevar a cabo negocios con la isla salvo que sea en efectivo. La deuda externa total se cree en mucho más de 18.500 millones de dólares estadounidenses. Al instante de la visita de Díaz-Canel a Beijing, encaraba la peor crisis financiera en 30 años, colapso de la red eléctrica, manifestaciones masivas y éxodo de población. Exactamente la misma el Kremlin, el gobierno chino le dió al presidente cubano una calurosa y aparente bienvenida, pero con límites. Para ponerlo en visión, a lo largo de los años de la Guerra Fría del Pacto de Varsovia, los subsidios soviéticos a Cuba promediaron $ 4.3 mil millones por año entre 1986 y 1990, sosteniendo a La Habana a flote y representando el 21,2% del PIB de Cuba. Díaz-Canel halló un lote común simbólico, como la unidad contra Occidente y las sanciones de Washington, pero la esencia general de estas visitas de estado todavía es que China no es la Unión Soviética. Además de «conceder» cien millones de dólares estadounidenses y charlar de reestructuración de deuda por un número aún ignota, no va a ayudar a La Habana a salir de la crisis mucho más profunda de su crónica. Al tiempo, no tienen mucho más antídoto que agredir a sus socios ideológicos.