Las lesiones tienen la posibilidad de ser leves; a lesiones mucho más graves que necesitan puntos de sutura; hemorragias, hematomas (hematomas) e inclusive infecciones leves o considerablemente más graves que dan rincón a la aparición de fiebre y acumulación de pus, en tal caso va a ser preciso régimen médico y, en las situaciones mucho más graves, drenaje quirúrgico.
Las llagas en los pezones ocasionadas por mordeduras son recurrentes y, de manera frecuente, bien difíciles de sanar. Terminamos de charlar de la horrible etapa de las mordeduras y pensamos que es requisito agrandar el tema con las resoluciones correctas para eludir que este género de lesiones se infecten y ocasionen bastante mal.
Primeramente, lo que debemos dejar claro es que debemos accionar. La herida por sí misma no cierra y utilizar modelos como la lanolina no nos va a ayudar en nada, solo macerará la herida y no favorecerá su cicatrización.
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Chupetear no es morder
Antes de nada, aclaremos que el acto de chupetear no incluye la utilización de los dientes.
La lengua es la responsable de resguardar el pecho de las mordeduras, en tanto que en ese instante se prolonga sobre la encía y la cubre, impidiendo que se active el reflejo de mordida, que solo se crea en el momento en que toca de forma directa la encía.
¿De qué forma amamantar a un bebé con dientes sin inconvenientes?
Las mordidas no son malas, en tanto que son el resultado de las afecciones que causan los primeros dientes. De ahí que, antes de amamantar a tu hijo, ofrécele un cubito de hielo envuelto en un paño o dale un mordedor frío. De este modo, las encías del bebé van a quedar “adormecidas”, lo que impide afecciones a lo largo de la lactancia.
Puedes estimular con las manos las encías de tu bebé con un dedo limpio antes de darle de comer para calmar las afecciones. Asimismo puede presenciar con distintas situaciones para amamantar y conocer cuál es la mucho más cómoda para sus pezones.
¿Y qué tenemos la posibilidad de realizar si comienza a morder regularmente?
Si nuestro bebé consigue la práctica de morder a lo largo de la nutrición, tenemos la posibilidad de poner en práctica una secuencia de elementos:
- Lo primero (y sé que en ocasiones es bien difícil) es que debe eludir chillar o enseñar mal severo. Tienen la posibilidad de asustarse bastante dada esta situación y, como resultado, puede generarse una huelga de lactancia (o sea, se niegan a amamantar).
- Es conveniente separarlo del cofre mientras que dicen: «¡No!» tajantemente, con solidez y responsabilidad (pero sin vocear). Una vez retirado, se le enseña: “no muerdas mamá, me duele bastante y no te puedo ofrecer el pecho” (por servirnos de un ejemplo). Acompañamos todo lo mencionado con lenguaje no verbal: lo que ves en nuestra cara, asco, fastidio, tristeza o mal. Entonces vamos a dejar pasar un tiempo prudencial (que va a depender de la edad del bebé: cuanto mucho más pequeño sea el bebé, el menor tiempo deberemos aguardar, con lo que unos minutos van a ser suficientes) antes de regresar a sugerir el pecho. Si llora por el hecho de que no se lo ofrecemos, intentamos de aliviarlo de otra forma. En el momento en que está relajado, le volvemos a prestar el pecho, pero antes recordamos que “mamá no muerde”.
- No tomes esto como un juego. En ocasiones el bebé tiene una reacción tal y como si fuera algo jocoso, e inclusive en el momento en que lo observamos serio, se ríe. Dentro de lo posible, debemos hacerle comprender que no es de este modo, en tanto que es mucho más posible que intente reiterar la situación.
- Estar presente a lo largo de la toma. Proporcionarles la mano, mirarlos a los ojos, cantar una canción… Que SEPA que nos encontramos verdaderamente ahí con ellos, prestándoles atención y gozando de ese instante único de conexión.
¿Qué tan pesados son tus senos?
Por obvias razones, el peso de los senos cambia según el tamaño de la mujer. No obstante, un producto del American Journal of Physical Anthropology detalla que, en promedio, un seno puede pesar en torno a 0,5 kg.
Otro apunte sobre los senos es que, si bien la cirugía de incremento de senos todavía es entre los métodos estéticos más frecuentes en el planeta, un trabajo de investigación hecho por la Facultad Laval de Quebec (Canadá), descubrió que la tasa de suicidios es un 73% mayor en mujeres con implantes mamarios.