Es de este modo como tienes que realizar cuestiones para advertir a un mentiroso Haz las cuestiones adecuadas. Haz que cada pregunta cuente. Sea estratégico. Escucha en vez de charlar. Ser hablador y interesante. Integre algún elemento temporal en sus cuestiones. Llevar a cabo cuestiones esclarecedoras.
Ponerse a la protectora y estresar el cuerpo
Las patrañas suponen un agobio agregada para la persona que las emplea. Esta tensión se reflejará en el lenguaje corporal. El que engaña es mucho más inexpresivo con los ojos y las manos; los sostiene recios, exactamente pues está utilizando su poder de autocontrol para no ceder.
Si bien varios insisten en que las miradas evasivas son señal de patraña, de todos modos es todo lo opuesto. Quien engaña sostiene la mirada mucho más fija de lo frecuente en el interlocutor, puesto que es otra forma de supervisar la situación. Debe mantenerse alarma para advertir cualquier señal de observación y poder corregirla. De ahí que, una observación increíblemente fija acostumbra señalar que andas en frente de un individuo mentirosa.
¿De qué forma entender si alguien engaña?
La sabiduría usual recomienda ver el accionar visual para advertir a los mentirosos: si alguien impide mirarnos a los ojos, por servirnos de un ejemplo, aceptamos que está mintiendo.
Si bien puede marchar ocasionalmente dependiendo del accionar visual, varias personas son especialistas en el arte del engaño y se han vuelto “asintomáticas”:
¿Qué tenemos la posibilidad de llevar a cabo?
No hagas cuestiones capciosas por el hecho de que promueven la patraña. Las cuestiones capciosas son aquellas de las que entendemos la contestación. ¿Ahora encargaste la habitación? en su sitio tenemos la posibilidad de decir: Veo que todavía no has ordenado tu habitación, ¿deseas que procuremos un espacio y te ayudo?
Frecuentemente es preferible no decir de forma directa que están mintiendo, sino más bien expresar que no andas según lo que están diciendo: “bueno, me da la sensación de que es una buenísima historia por el hecho de que andas muy creativo y tienes mucha imaginación, pero en este momento cuéntame, cuéntame verdaderamente qué sucedió.
Precaución con las exageraciones
Los aspirantes que no se sienten dispuestos para el puesto tienen la posibilidad de exagerar al detallar sus capacidades. Con esto, procuran acrecentar sus opciones de contraerlo, pero desgraciadamente para ellos, las exageraciones son simples de detectar.
El dominio de sobra de un idioma extranjero, por servirnos de un ejemplo, no es una capacidad común y se puede conocer con una fácil prueba. Esto nos transporta al tercer consejo.
No te fíes de lo que te comenten
Si bien la iniciativa extendida es que el lenguaje corporal es más esencial que el verbal, esto tampoco es verdad.
El lenguaje corporal puede sugerir pistas, pero lo que dicen puede ser aún mucho más fiable. En una investigación de 2004, un conjunto de policías vio una secuencia de vídeos, y esos que procuraban inconsistencias en las señales verbales (contradicciones, inquietudes, etcétera.) miraron, cambios de posición, etcétera.).