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Quién ahorra poco a poco se enriquece

    Proverbios 13:11-15 NVI El dinero malo próximamente se termina; los que ahorran, de a poco se enriquecen. La promesa que se demora inquieta el corazón; el deseo cumplido es un árbol de vida.

    Proverbios es un libro que tiene dentro mucha sabiduría, con estos de los que tenemos la posibilidad de estudiar bastante.

    Estos estos fueron compendiados por un hombre inspirado por Dios llamado Salomón, todas estas expresiones nos enseña como debemos realizar las cosas, ya que este hombre supo vivir todas estas enseñanzas que están escritas en este libro.

    ¿Qué afirma Dios sobre el dinero?

    Tras leer los versos precedentes, dejamos ciertos ejemplos mucho más sin comentar. Lee atentamente la Palabra de Dios y entiende el auténtico concepto del dinero mediante Él.

    Como vas a ver, varios de ellos están tomados del Libro de los Proverbios, puesto que es un volumen hecho singularmente para educar a los leales. Además de esto, la versión de todos ellos es la Biblia Novedosa Versión En todo el mundo (NVI), por si acaso quiere consultarlos.

    Eclesiastés 5:diez

    El que quiere el dinero no se sacia de dinero. Los que adoran las riquezas jamás tienen bastante. ¡Esto asimismo es una tontería!

    »¡Precaución! Advirtió a la multitud. Abstente de toda avaricia; la vida de un individuo no es dependiente de la abundancia de sus pertenencias.

    – Múltiples autores –

    Juan tiene un ingreso de 6.000 reales por mes. No es malo. Con ese dinero, todos y cada uno de los meses puedes abonar de forma fácil tus gastos fijos: alquiler, condominio, luz, gas, internet y celular.

    Con lo que le queda, opta por gastarlo con ocio y precaución personal. Sale a cenar de forma frecuente, juega a los bolos varias ocasiones por semana, va al club todos todos los sábados y gasta su tarjeta de crédito en ropa y perfumes. Llega a cero en el final del mes. Has gastado todo cuanto has ganado y todavía tienes una deuda de tarjeta de crédito pendiente.

    – Múltiples autores –

    Juan tiene un ingreso de 6.000 reales por mes. No es malo. Con ese dinero, todos y cada uno de los meses puede abonar de manera fácil sus costos fijos: renta, condominio, luz, gas, internet y celular.

    Con lo que le queda, escoge gastarlo en ocio y precaución personal. Salga a cenar frecuentemente, juegue a los bolos un par de veces a la semana, vaya a discos todos todos los sábados y, aun de este modo, gaste al límite su tarjeta de crédito en ropa y perfumes. Llega a cero en el final del mes. Ha gastado todo cuanto ganó y todavía tiene una deuda pendiente con la tarjeta de crédito.

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