El planeta conoce a William James Sidis, como el hombre que consiguió el coeficiente intelectual mucho más prominente de la historia, ya que se calcula que estuvo entre 250 y 300, prácticamente duplicando el coeficiente intelectual del propio Albert Einstein Sidis, nativo de Novedosa York, en el mes de abril. de 1898 y murió en el mes de julio de 1944.
La organización Super Scholar actualizó su top con las diez personas vivas mucho más capaces de todo el mundo.
1. Stephen Hawking (70), el popular físico teorético, con un coeficiente intelectual de 160 y 14 premios. Según los autores de la lista, con los 7 libros que ha anunciado hasta hoy “nos logró comprender el cosmos a los sencillos fatales”.
La persona mucho más capaz de todo el mundo
Y lo consiguieron: el coeficiente intelectual de William Sidis se encontraba entre 260 y 300. seguramente fue el hombre mucho más capaz que nunca haya existido. A los 7 meses, el bebé no solo sabía decir muchas expresiones, sino asimismo aprendió a leer todas y cada una de las letras.
A los 18 meses, el niño prodigio registró una exclusiva hazaña: podía leer el New York Times por sí solo. A la edad de 2,5 años, el niño escribía con seguridad contenidos escritos en inglés y francés.
Los más destacados inventos de William James Sidis
Raramente, al charlar de quién fue William James Sidis, si bien nos nos encontramos refiriendo al hombre mucho más capaz de todo el mundo, esto no coincide con un avance refulgente . No fue un científico inolvidable, ni un matemático ejemplar. No logró enormes descubrimientos ni logró la facilidad de una vida apacible y feliz. Las condiciones de su educación fueron completamente únicas. Sus progenitores lo adiestraron como conejillo de indias, para transformarlo en un genio.
Los sacrificios brindaron sus frutos. El coeficiente intelectual de William James Sidis fue bastante para pasar el tercer nivel de la escuela principal en solo tres días. Solo entre los 4 y los ocho años escribió 4 libros, 2 de anatomía y 2 de astronomía. En ese instante, ahora controlaba ocho lenguajes: latín, heleno, francés, ruso, alemán, hebreo, turco y armenio, aparte del inglés.
Una vida en el laboratorio ahora la visión del público
Indudablemente, a la genética se le ha unido un ambiente facilitador, enormemente incitante y destinado a un fin muy preciso. Se conoce que su padre, Boris Sidis, usó técnicas complejas, incluyendo la hipnosis, para perfeccionar las capacidades y el potencial de su hijo desde una edad temprana.
La madre, por su lado, dejó la medicina para, según ella, “modelar” al niño y también crear en novedosas tácticas educativas. Hay que decir que nuestro Guillermo indudablemente asimismo mostró una clara predisposición al estudio. No obstante, algo siempre y en todo momento lo marcó y traumatizó: la exposición al público y los medios.