Jn 8,34: «Jesús les respondió: De determinado, de determinado les digo que todo el que hace pecado es ciervo del pecado».
De año en año, a lo largo de la lectura del Evangelio del Quinto Domingo de Cuaresma del año C (o en los años A y B, el primer día de la semana de esa semana) se proclama el episodio de la mujer asombrada en adulterio (Jn 8, 1-11). Todos nos encontramos sorprendidos del efecto abrumador de la actitud de Jesús, que de ser acusado se transforma en Juez de clemencia, así sea de los redactes y fariseos, o de la mujer pecadora. Y sentimos asimismo el impulso y la convidación de Jesús a investigar nuestra conducta antes de evaluar la del resto. En estos breves parágrafos nos limitaremos a pensar un tanto sobre el ademán de Jesús: “Escribía con el dedo en el suelo”.
Hechos y expresiones
¿Qué es lo que significa para el que está libre de pecado tirar la primera piedra
Jesús ha dicho: «Les aseguro que todo el que ha cometido el pecado es ciervo del pecado – Juan 8:34
Por cuanto todos pecaron y están depuestos de la gloria de Dios. – Romanos 3:23
Romanos 8:15
Y no habéis recibido un espíritu que les vuelva a esclavizar al miedo, sino más bien el Espíritu que les adopta como hijos y les deja clamar: Abba ! ¡Padre!. (Romanos 8:15)
Acuérdate que fuiste ciervo en Egipto, y el Señor tu Dios te sacó de allí con enorme fuerza y poder. De ahí que el Señor tu Dios te manda que almacenes el día de reposo. (Deuteronomio 5:15)